La lentes ópticas, un invento revolucionario tardío.

Fotografía en color de gafas rudimentarias

La lentes ópticas, un invento revolucionario tardío.

 La refracción de la luz a través del vidrio es una de esas ideas que tardó inexplicablemente mucho tiempo en hacerse popular, a pesar de que los romanos tenían una industria del vidrio y el gran orador romano Cicerón (106-43 a.C.) se quejaba de lo molesto que era tener a los esclavos leyéndole los textos, el  emperador Nerón (37-68 d.C.) creó un dispositivo visual con una piedra verde transparente para observar  batallas entre gladiadores, e incluso un pasaje de Seneca habla sobre los efectos ópticos de un cuenco de cristal de agua.

Sin embargo, nos tenemos que remontar al astrónomo árabe Alhacén durante la Edad Media creó las bases teóricas con su estudio de la córnea humana y de los efectos de los rayos de luz en espejos y lentes. Sus libros se tradujeron al latín en el siglo XIII y aparecieron así las «piedras de lectura», lentes planoconvexas (semiesféricas), desarrolladas por monjes italianos, que se usaban a modo de lupas. A finales del siglo XIII, los cristalleri, artesanos de fabricación de vidrio, lograron un gran avance: por primera vez, esmerilaron dos lentes convexas, montadas cada una de ellas en un círculo de madera con un eje y unidas mediante un remache, ¡se había creado el primer par de gafas! Con el paso de los años, los vidrieros sustituyeron el eje de las gafas remachadas por un arco, y las monturas de madera por plomo. A partir del siglo XVI se recurrió al cuero, la concha de tortuga, el cuerno, el hueso de ballena, el hierro, la plata y el bronce, materiales que solo estaban al alcance de los ricos.

A principio del siglo XVIII aparecen las primeras gafas con varillas, estas son cortas y se sujetan a presión sobre los huesos temporales, a finales del siglo, las varillas de los anteojos se hacen más largas y se sujetan detrás de las orejas. Las primeras gafas bifocales fueron hechas hacia 1760 para Benjamín Franklin por indicación suya. Hasta entonces las gafas solo corregían la miopía y la hipermetropía.

En 1936, en la segunda Revolución Industrial, William Fleinbloom empleó plásticos sintéticos en combinación con el vidrio para fabricar lentes, dando el primer paso para la consecución de las lentes sintéticas tal y como hoy las conocemos.